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Otro año más...

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Se encuentran dos individuos y por casualidad saben jugar muy bien al fútbol. Primera interrogante ¿qué pasa si juegan juntos? No me contesten porque la respuesta es obvia: jugarán bien los dos. ¿Qué pasa si no tienen quién los dirija? Igual, jugarán, bien. ¿Qué pasa si se unen a otros ocho que juegan tan bien como los dos primeros? Que todos jugarán bien a pesar de no tener técnico.

¿Qué pasa si juegan contra otros que no juegan tan bien? Pues lo más seguro es que ganen. ¿Pero si se enfrentan a otros que juegan tan bien como ellos, qué pasaría? Necesitarían quien los dirija para establecer diferencias y, sobre todo, para que ensamble de la mejor forma a los que juegan bien y además, los motiven.

Si con buenas jugadas, si con técnicas, el equipo no funciona ¿qué pasa? Lo mismo que le pasó a Barcelona: le falta un único u otro jugador acompañante, el armador del equipo, como se dice en el argot futbolero.

Por supuesto que en mis líneas aquí esbozadas, a través de preguntas, hay cualquier cantidad de variaciones y especulaciones pero, en términos generales, esa fue la tónica.

Ese es el resultado: No tuvo uno o dos conductores de cancha cuando los otros equipos tenían (o tienen más de uno). ¿Es necesario dar nombres? Ya veremos más adelante.

Hay que insistir en el inicio de este 2008. Barcelona adquirió a muy buenos jugadores nacionales, y no vengan ahora a decir que fulanito o zutanito no sirven, o a buscar defectos de última hora porque responde a otra instancia. Veamos.

Al comienzo de la liguilla todos apostaban que Barcelona era el aspirante natural al título “por plantilla de jugadores”, así entre comillas, para destacar la idea. Ahora escucho que Barcelona no jugó a nada, ¿Cómo es posible esa metamorfosis? Jorge Guagua, Carlos Castro, Segundo Matamba, Omar de Jesús, Óscar Bagüí, Carlos y Fernando Hidalgo, Mike Rodríguez, Christian Lara, David Quiroz ¿se olvidaron de jugar? Absurdo. Simplemente no fueron correctamente acompañados por los extranjeros.

Marcelo Delgado nunca armó nada más allá de sus lesiones; lo de Rolando Zárate suena ridículo por lo que se dice se pagó y por su mal rendimiento, y a Marcos Mondaini jamás le tuvieron confianza. ¿Así cómo se podía armar un equipo en donde once tienen que jugar bien y destacarse todos? Conclusión: fracasaron los extranjeros.

Ahora vamos al técnico. ¿Cómo es posible que Ever Almeida, que fue exitoso entrenador internacional y que también fue triunfador aquí en Ecuador, haya fracasado en Barcelona?

¿Dónde está la pelotita? ¿Técnico o jugadores? Reinaldo Merlo, también fue exitoso, ¿qué pasó ahora? Nuevamente, ¿qué hacen todos? ¿Dónde están el jugador tipo Manso y el Urrutia; el Saritama y el Donoso; el Walter Ayoví o el Wellington Sánchez que tanta falta hicieron a Barcelona?

Para finalizar en la parte técnica, cuidado, mucho cuidado con responsabilizar a los directivos. Ellos pusieron lo que tenían que poner pero, ¿quiénes los asesoraron con los foráneos? No lo sabemos pero con los nacionales acertaron con la excepción de Pablo Santillo.

¡Ah, me olvidaba! Un caso especial es Pablo Palacios, el brillante goleador, de esos que hasta por casualidad meten goles. Así son los goleadores.

He leído con asombro que renunció Antonio Noboa Icaza y toda la Comisión de Fútbol. ¿Por qué si hay un equipo casi armado y una experiencia acumulada? Alguna vez escribí que Noboa sabía de fútbol, entonces ¿por qué se va cuando ya había hecho un par de contrataciones para el 2009?

En el fútbol, como en toda actividad humana, cuando se comienzan etapas, se actúa con entusiasmo y a veces hay excesos con las promesas. En el deporte nada se gana nada hasta cuando se gana. Quizás, prometieron mucho a comienzo del 2008 y se encuentran en plena frustración.

La promesa debe ser romperse el alma luchando por conquistar las metas, pero hay otros que también compiten.

¿Por qué amargarse por eso? ¿Por qué no volver a empezar saltándose los errores? Vamos, Antonio Noboa, que nunca es tarde, porque Barcelona perdería un buen dirigente.
Fuente: Otón Chávez

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