Una diablura con marca registrada
8:21 Edit This 0 Comments »Los unió el mismo número: el 10. Sin embargo, el destino se encargó de separarlos con un propósito: juntarse años después y así poder compartir vivencias de épocas distintas y disfrutar el fútbol a su manera. Hoy, Alex y Diego son inseparables.
Jugaron en la misma posición y eso los hizo parecidos, pero cada uno gozó el mediocampo a su estilo, y la muestra de ese inagotable talento se quedó en la retina de miles de aficionados que acudían a una cita casi obligatoria al Pascual.
Diego Umaña: un hombre serio, calculador, al que aparentemente no le afecta ni lo bueno ni lo malo, pero que en el fondo termina siendo el más vulnerable. Se desesperó con cada error de la defensa, a veces con la falta de puntería de sus delanteros, quizás por una decisión arbitral o sencillamente, por no alcanzar el objetivo con sus equipos, algo que le ha impedido alcanzar su primera estrella. Gota a gota se llenó el vaso y cada frustración lo terminó enviando a una unidad de cuidados intensivos.
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